viernes, 11 de septiembre de 2009

Nota de Re-Play revista.

Los días de Julián Bisbal: un trenzado perfecto

“Figuraté que vuelves a ser el mismo, nada te contenta, y a partir del alba te verás caer, ya sin figurar te verás caer…”Luis Alberto Spinetta.

Por momentos durante la obra me sentí en la piel de Julián Bisbal. Una piel demacrada de insatisfacción, ceguera, cansancio, rutina y confusión. Un camino desfigurado que se vuelve más extraño a cada paso. Una vida construida por alguien ajeno a uno mismo, una fuerza mayor tal vez, que pende de un hilo en la palma de la mano, a punto de ser soltada, perdida; tambalea pero no llega a caerse, no se pierde, no se cambia; el temor a lo nuevo la envuelve rápidamente para conservarla. Temor a que nos cueste tanto perseguir nuestros sueños o ideales, y a correr el riesgo de que todo lo perdido sea en vano, hacen que esa vida se mantenga en la palma de Julián Bisbal oscilando por un día entero en el cual transcurre la obra.
Con Spinetta a la cabeza de la banda sonora (seleccionada cuidadosamente por el actor Marcelo Lamberti), Los días de Julián Bisbal se ambienta en la década del sesenta. Pasamos una tarde con el elenco de la obra, su director y equipo técnico. Queríamos saber cómo era preparar una función desde el comienzo. Y descubrimos que es algo muy artesanal, tal como resultó el trabajo de construcción para el “Centro Experimental Rosario Imagina”, responsable de esta pieza imperdible. Entre barrer un poco el patiecito del teatro “La Manzana”, ordenar las entradas, hacer café para despertar - porque la función del domingo viene con un plus de sueño- y un despliegue de artefactos y pinturas para las tres protagonistas de la obra: Erika Arístides (Carmen), Valeria Wilter (Alicia), y Eleonora Arias (Dora) para lograr peinados voluptuosos como el de Valeria o cabelleras largas y lacias en extremo, como las de Erika y Eleonora, las tres con los ojos marcadísimos y las pestañas infinitas. No se quedan atrás Federico con un peinado engominado que lo transforma en otra persona, en Carlos, más exactamente, y los bigotes postizos de Juan que le aportan algunos años más de edad.Teatro independiente de alta calidad, de alto profesionalismo. Una escena prolija, medida, donde nada falta y nada sobra, no hay expresiones melodramáticas ni falta de expresión, está todo lo que tiene que estar en su medida justa: una sensación sostenida durante toda la obra, una tensión que se afloja con algunas partes de humor que no dejan de estar atravesadas por el drama.Entre el polvo encontré…Un vestido azul de doce pesos en la feria retro, jumpers y poleras de madres, accesorios tal vez de abuelas, Juan que se olvidó las medias de vestir y se consuela diciendo que si alguien le mira las medias es porque está actuando bastante mal. Una banda de sonido cuidadosamente elegida, una iluminación que direcciona la atención perfectamente, todo en su lugar y todo por demás de cuidado. Y todo, acompañado de actuaciones impecables, creíbles, reales, personajes entrañables, tan como uno mismo, simples y complicados a su vez.El autor de la obra es Roberto Cossa, “un joven autor que hoy es un maestro… sabe capturar de una manera inigualable ese nervio del ser de los sectores medios. Sus criaturas son caprichosos individualistas, arrebatados ilusos, queribles desencantados, temerarios ambiciosos”, en palabras del director de la puesta, Rody Bertol. A la obra la sacaron digamos, de un cajón viejo, lleno de polvo, tal como a los vestidos, pero cuando lograron esfumar el polvo, se encontraron con una joyita, y envueltos en el “efecto Bisbal”, se enredaron en una historia de la cual hoy, muestran un trenzado perfecto.

Los días de Julián Bisbalde Roberto Cossa
Sábados 22 hs.
Teatro La Manzana (San Juan 1950)

Elenco: (por orden de aparición)

Carmen: Erika Aristides
Julián: Juan Nemirovsky
Carlos: Federico Tomé
Alicia: Valeria Wilter
Dora: Eleonora Arias

Ficha técnica:
Asistencia de dirección: Melisa Patriarca
Dirección y puesta en escena: Rody Bertol
Asistencia técnica: Fernanda Marchesani
Banda de sonido: Marcelo Lamberti
Luces: Alejandro “Chavo” Ghirlanda
Operador: Axel Siebenrock
Escenografía: Rosario Imagina
Coros: Patricia Rabiossi
Asesoramiento en vestuario y maquillaje: Ramiro Sorrequietta
Producción: Centro Experimental Rosario Imagina.

http://www.replayrevista.com/nota.php?id=25

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